Otro sistema es posible

Desde este blog siempre estamos intentando que germine la idea de que "la ciencia está en todas partes" (compruébalo aquí o aquí).
Primero porque es cierto. Segundo, porque si nos damos cuenta de ello, empezaremos a comprender que el I+D+i debería ocupar un lugar en los presupuestos de este país que malhabitamos. Y tercero, porque si la ciencia lo es todo, en este blog también tienen cabida vídeos de otras disciplinas.

Como este que os queremos recomendar hoy, que trata sobre economía.
Francisco Álvarez es un matemático experto en mercados financieros. Fue vicepresidente de la bolsa de París y consejero de la bolsa de Valencia. En la actualidad, es asesor del Comité Socioeconómico de la ONU y presidente de Etica Family Office, una sociedad independiente de asesoramiento financiero. En el siempre recomendable programa Singulars (que se emite en el canal 33 de la televisión catalana) le realizaron una entrevista el pasado 21 de febrero. En ésta habla sobre lo agotado que está el sistema económico actual y propone cambiar el sistema de crecimiento y competitividad por cooperación y progreso.
Una joya en la que además, encontramos cierta contaminación científica de la mano del entrevistado, pues Álvarez cuenta que "el sistema económico vigente tiene como gen principal el del crecimiento"  o que "lo tenemos en los cromosomas".

Os lo habíamos dicho. La ciencia está en todas partes.

(Aunque las preguntas están hechas en catalán, el entrevistado contesta en castellano).



Fórmulas matemáticas en todos los lados

Desde siempre, los matemáticos han utilizado sus fórmulas para tratar de explicar cuestiones de campos inesperados como la biología, la música, el deporte o incluso la psicología.

Siempre que leo "un estudio matemático ha hallado..." me veo impulsada a seguir leyendo. Tengo la sensación de que las matemáticas dotan de racionalidad y precisión a aspectos que, a mi parecer, son muy caóticos. Y señores, debo decirles que me encanta el orden.

Hace ya un tiempo salió un estudio matemático que permitía mejorar el transporte público. Utilizando un simulador, acabaron concluyendo que en momentos de altas densidades de usuarios, el tren debería llenarse hasta su máxima capacidad si se quería que el transporte fuera eficiente. En momentos de densidades bajas, sin embargo, los trenes deberían marcharse antes de que alcanzaran el tope de su capacidad.

En momentos de máxima densidad, el metro debe llenarse hasta el máximo de su capacidad
En conclusión, si hay pocos pasajeros esperando el tren debe parar poco tiempo en las estaciones; pero si hay muchos usuarios, el tren debe pasar más tiempo en cada estación, aunque a los que estén dentro aplastados les moleste.

Otra rama interesante de los estudios matemáticos son los que tratan de dar lógica al comportamiento animal (entre los cuales nos incluimos los humanos). Hace ya un tiempo que se encontró el algoritmo que describe el movimiento de los pájaros cuando vuelan, un claro y precioso ejemplo de organización biológica que se puede observar en este asombroso vídeo que descubrí gracias a mi compañero Teguayco.

Existen múltiples motivos para la organización biológica: los animales de sangre caliente suelen permanecer muy cerca los unos de los otros para no tener frío, los peces nadan en bancos para aprovechar la hidrodinámica del grupo o en el caso que nos ocupa, los pájaros vuelan en grupo para aprovechar la aerodinámica del grupo.

Los modelos matemáticos para estudiar los movimientos de un colectivo de animales generalmente siguen tres reglas muy básicas basadas en el comportamiento individual de cada uno de ellos:

1) Cada animal se mueve en la misma dirección que sus vecinos
2) Cada animal se mueve muy cerca de sus vecinos
3) Cada animal evita choques con sus vecinos

En 1986 y con estas premisas, Craig Reynolds creó Boids, un programa informático que simula el movimiento de los pájaros y que aún ahora sigue mejorándose.

Las bandadas de pájaros se comportan como un organismo pluricelular

Un estudio posterior demostró además que una bandada de pájaros se comporta como un organismo pluricelular y que existe cooperación entre ellos, es decir, es un sistema biológico altruista.

Siguiendo con las matemáticas y ya casi terminando, me parece muy curiosa la historia sobre la canción de Los Beatles Strawberry fields forever, escrita por John Lennon durante sus vacaciones en España (para algo bueno que sale de este país, vamos a decirlo).
La canción, como muchas otras, se grabó en distintas tomas. Sucedió que las dos tomas que más le gustaron a Lennon y que debían unirse, tenían diferentes tono y velocidad. Quien tuvo que editar aquella canción hizo un auténtico apaño para que los dos ritmos se acompasaran y al final quedó algo bastante aceptable. Prácticamente ningún fan se dio cuenta del arreglo que se hizo excepto Jason Brown, un profesor de matemáticas que halló la fórmula matemática para el ritmo de la música. 
De acuerdo con su fórmula, la única manera para que las dos tomas encajasen correctamente hubiera sido reducir el tempo a 43 pulsaciones por minuto. Esto hubiera convertido la canción de 4 minutos original en una de ocho.




Y por último y ahora sí, el último estudio matemático que he leído trata sobre nada más y nada menos que el baloncesto. Brian Skinner de la Universidad de Minesota ha formulado la ecuación para que el lanzamiento a canasta sea más eficiente y es así de sencillita:

Os diría qué es cada cosa pero seguro que cometería algún error, así que mejor os leéis el paper.

Básicamente se resume en que los jugadores no deben lanzar a canasta cuando el tiempo de posesión que les queda es muy alto a no ser que estén muy seguros. Y por el contrario, cuando el tiempo de posesión que le queda al jugador es bajo, deben lanzar a canasta aunque no se tenga mucha seguridad en el acierto. Aparentemente lógico, ¿verdad?
Pues teniendo en cuenta las estadísticas que ha contrastado el autor (resultados de la NBA, of course, que para eso es yankie) los jugadores no atienden a esta lógica y se arriesgan a hacer lanzamientos aún cuando el tiempo de posesión del balón es muy elevado.  

Un jugador de baloncesto que, tal vez, esté incumpliendo la fórmula de la eficacia de tiro hallada por Skinner.

Y es que las matemáticas están en todas partes, explican muchos comportamientos y nos descubren múltiples curiosidades, pero cuando es el corazón el que gobierna las cabezas todo se vuelve un poco caótico y el resultado final se aleja de la lógica matemática.

El conejo que no podía oir tonterías

Veía en la televisión el pasado domingo, con asombro, la noticia del conejo sin orejas, nacido a 30km de Fukushima. Y digo con asombro, no porque el conejito en cuestión no tuviera orejas, sino porque el vídeo que formaba la notícia había aparecido por pirmera vez en Youtube:


Y es que Youtube se ha convertido en el nuevo "enviado especial" de los telenoticias. Ya no nos asombra ver en las noticias aquellos vídeos con los que perdemos el tiempo y ni eso, rellenando los últimos 5 minutos previos a Los Deportes.

Pero volvamos al conejo que no nos puede oír. El nacimiento del vídeo fue el 21 de mayo, en Youtube y con madre Japonesa. Al día siguiente, se expande a múltiples blogs hasta que llega al International Buisness Times de San Franciso, medio que le aporta la credibilidad que asumirán ciegamente el resto de medios de comunicación. Y entonces, la asociación entre malformación del conejo - radiaciones de Fukushima y noticia verdadera - sale por la tele, es un silogismo que asumiremos todos y cada uno de nosotros.  
Los expertos, por su parte, ya se han dejado oír. Comentan la posibilidad de que el vídeo no se haya grabado en Japón, que se trate de un montaje o que sea una de las múltiples malformaciones naturales que suceden en el mundo cada día. 

Recuerdo con extrema lucidez la noticia de un agricultor estadounidense que había cultivado la calabaza más grande del mundo (léelo aquí). (Es probable que la noticia la viera en los últimos 5 minutos de relleno del telediario,  siempre tan aportantes e interesantes). No quiero ni imaginarme qué pasaría si, un día de estos, apareciera una berenjena gigante en Japón. ¿Se dudaría en algún momento que el tamaño extremo de la verdura tuviera que ver con la radiación de Fukushima? ¿Le harían un boicot a la verdura, al puro estilo de Ángela Merkel?

Entiendo la seriedad del asunto. Entiendo que Fukushima es un agujero negro, del que sabemos más bien poco. Entiendo que la radiación no se ve y entiendo que, aquello que no vemos, es lo que más miedo nos da.
Lo que no soy capaz de entender es que un asunto tan serio como la radiación, salga a la palestra por un vídeo que aparece en Youtube.

La visión científica-crítica que debemos tener todos, nos obliga a que nos preguntemos lo siguiente:
  • ¿No deberíamos esperar a saber si la relación entre la radiación y la malformación del conejo existe, antes de emitir juicios?
  • ¿No puede tratarse de una malformación que se hubiera dado aunque no hubiera existido el desastre de Fukushima?

Y la visión del sentido común nos cuestiona:
  • ¿Tiene sentido hacia donde están yendo los informativos de televisión?
  • ¿Existe la noticia si no hay fuente?


Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Os creéis lo del conejito sin orejas?

Cienciacionalismo


Hace una semana salió publicada en varios periódicos digitales la siguiente notícia: "Investigadores encuentran cura para el cáncer, pero no es negocio para las farmacéuticas y quizá nunca vea la luz". (Léelo entero aquí)
Células cancerígenas. Vía www.cancerhumano.com

 El artículo dice que se ha descubierto un medicamento (el dicloroacetato) que revierte los tumores al matar solamente a las células cancerígenas, pero que por desgracia, dicho producto no es patentable y eso provoca que las farmacéuticas intenten evitar su investigación.

Visto así, a bote pronto, es una notícia que provoca rabia y nos lleva al famoso grito de guerra sobre la incoherencia de que hayan empresas que ganen dinero a costa de desgracias ajenas, como es el caso de las indústrias farmacéuticas.

Haciendo un poco de investigación de campo (cosa que todos y cada uno de nosotros deberíamos intentar hacer, teniendo en cuenta las posibilidades que nos ofrece Internet), se llega a fuentes más cercanas al paper original y fiables. (Por ejemplo, lee ésta, entera en inglés aquí).

En esta información, mucho menos digerida, encontramos que la realidad es muy algo distinta. 
Vamos a ver.
Para empezar, se ha probado en glioblastoma, que es un tipo de cáncer cerebral. Decir que "se encuentra la cura del cáncer" es por lo tanto mentira. Como bien comentaba Barbacid en la entrevista que recomendamos anteriormente, debe hablarse del cánceres, en plural. Hay tantos tipos de cánceres como enfermedades víricas. Es incorrecto usar el término "cáncer" de forma genérica porque crea confusión y es injusto para el lector (por no hablar ya de los enfermos).
Imagen de un Glioblastoma. de lookingfordiagnosis.com

Por otro lado, dicho estudio se ha provado en tejidos de 5 pacientes. Aquí se tiene que comentar que, por un lado, 5 pacientes es una muestra poco significativa, como se puede suponer. 
Por otro lado, probar en tejidos significa que se ha extraído una muestra del glioblastoma del paciente y se ha tratado con dicloroacetato en un laboratorio. Lejos queda aún la prueba in vivo, dentro del organsimo del enfermo. Esta segunda revelación nos trae varias conclusiones: 

1) No tenemos una muestra significativa y fiable  
2) No existe un medicamento hecho con dicloroacetato. (Aquí podríamos añadir además, las dificultades que existen para crear un medicamento que actúe a nivel cerebral, debido a la función de la barrera hematoencefálica que es muy selectiva y evita la entrada de muchísimas moléculas).
3) No se conocen los posibles efectos secundarios del dicloroacetato al no haberse tratado el paciente directamente.

La realidad por lo tanto, es distinta a la publicada en los periódicos digitales. Si bien las investigaciones con el dicloroacetato han sido un gran paso en la investigación del gioblastoma, todavía no es la cura y mucho menos se puede hablar de la cura del cáncer, en general. No hace falta decir que no critico la labor de los investigadores, que es valiosísima.
La crítica va hacia el periodismo.
A esta forma de escribir notícias científicas la podemos bautizar como Cienciacionalismo y sucede, sobre todo, en notícias de Salud donde existe un público fiel e interesado, con necesidad de soluciones y esperanzas.  Señoras y señores periodistas del mundo: no creemos falsas esperanzas ni exageremos notícias con la finalidad de tener más lectores. 

Llegados a este punto, debo decir que la realidad sobre si las empresas farmacéuticas están o no interesadas en la investigación y desarrollo de un medicamento derivado del dicloroacetato, no la sé. Las empresas farmacéuticas son grandes monstruos difíciles de penetrar y aún más de conocer sus intenciones. Me sumo, por lo tanto, a las protestas sobre el negocio de las farmacéuticas.

Y para el debate sobre dicho negocio, recomendamos la película "El jardinero fiel", por si todavía hay alguien que no la haya visto.

La ciencia es quien nos gobierna

Si como cantaba aquella canción, “Love is all around”, la ciencia ni os cuento.
La revelación llegó ayer martes, cuando estaba en la manifestación para indignados que se volvió a convocar por las redes sociales, consecuencia del desalojo de los protestantes que acampaban en la Puerta del Sol aquella misma madrugada.
Bien, yo estaba ahí. Gritando, dando palmas, haciendo ruidos con la boca como un indio americano (ya que silbar es una de las muchas cosas que no sé hacer) cuando de repente caí en la cuenta de cómo la ciencia nos gobierna sin darnos cuenta. 
Manifestantes Indignados ayer en Madrid. Agencia EFE
Y es que un chaval decidió iniciar un canto y enseguida todo el mundo le siguió. Eso son las neuronas espejo, pensé. Fueron descubiertas en 1996 por Giacomo Rizzolatti cuando observó que cierto grupo de neuronas se activaba tanto si la persona hacía el movimiento como si era otra persona la que lo hacía. Son las responsables de la empatía porque nos hacen sentir como propias las acciones y sensaciones de los demás. Por eso hay gente que llora cuando ve a otra persona llorar. O que bosteza cuando otra persona lo hace. Y son las encargadas de que podamos imitar. Por eso cantamos y aplaudimos como los demás en una manifestación. El siguiente vídeo muestra cómo funcionan.

Sobre el tema de la imitación no quiero debatir demasiado; solo diré que aunque se promueve la originalidad, no creo que deba menospreciarse la imitación. Basta con ver los inicios de cualquier genuino pintor; imitaba a otros grandes pintores. Y basta con escuchar a Emilio Duró aquí. (A partir del minuto 7:50 habla de la imitación en concreto, aunque si tienes tiempo, míralo entero)

En la manifestación, seguíamos gritando. Aplaudíamos, voceábamos. Todos a una. Éramos una marabunta sincronizada. Pensé en corazones, influida seguro por un estudio que había leído hacía un par de días, sobre la sincronización de latidos. El estudio se realizaba en el contexto de un espectáculo que se representa en Soria, que consiste en caminar por encima de brasas. Resulta que los corazones de los participantes bombean a la vez que los de sus familiares. A riesgo de que a alguien le pueda parecer un estudio simplón, me parece una maravillosa representación de la coordinación humana. Pensé en que tal vez, las personas somos como células que funcionan juntas en un organismo, que es el mundo.


Esta es la masa. Imagen sacada de un foro.

Siguieron cantando eso de "Luego diréis que somos cinco o seis". ¿Y cuántos seremos?, me pregunté. Pues, como siempre, dependerá de los ojos que lo cuenten. Pero existen otros métodos: el matemático y el informático
Para el primero, se toma como constante un número de 4 personas por metro cuadrado y se multiplica por la extensión, también en metros cuadrados, que ocupa la manifestación. Obviamente requiere algo más de dificultad, ya que hay que quitarle la extensión del mobiliario urbano. Más información aquí.
El informático es el más aceptado por la fiabilidad de los datos. Utiliza un programa de ordenador para contar personas a través de imágenes obtenidas por vídeo y fotografías, tanto aéreas como in situ. Pero, como se puede imaginar, es costoso y caro. Así que la mayoría de veces, se tira de ojímetro. El método científico siempre se ha caracterizado por no exigir resultados a corto plazo, al requerir profesionalidad y contrastación de resultados. Probablemente esas sean las causas que promueven el ojímetro.

A eso de las 21h, pidieron que nos sentáramos en el suelo para hacer una asamblea. Asamblea imposible porque, si permitís que utilice mi ojímetro como hacen muchos medios, debíamos ser más de mil personas. Pero dos pies no ocupan lo mismo que un culo. Así que, el espacio que llenábamos, ahora  que estábamos todos sentados, debía ser mayor. Una imagen desde el aire nos hubiera mostrado como una gota cayendo en papel, que mancha y ensancha su rastro. Y esta vez pensé en que tal vez éramos átomos de una misma molécula de agua, que manteníamos enlaces entre nuestros electrones y eso nos permitía tener capilaridad para colarnos en callejones, aunque fuera contra la gravedad.  

Manifestantes sentados. Agencia EFE
 La manifestación seguía pero tras la asamblea inicial imposible (porque efectivamente, éramos más de mil personas), muchos decidimos irnos.Caminábamos entre la muchedumbre de forma muy lenta, pidiendo perdón constantemente. Lo curioso vino cuando por fin nos dieron espacio para andar: empezamos a correr, como si el haber ido lento nos hubiera saturado. No es eso, me dije. Es el Efecto Venturi por el que un fluido en movimiento disminuye su presión al aumentar la velocidad después de pasar por una zona de sección menor. Es decir, que tras atravesar nuestra zona de agobio, empezamos a correr porque disminuyó la presión de personas sobre nosotros. Entonces pensé que cuando estamos todos juntos, nos comportamos como un fluido y como tal, respondemos a los mismos principios físicos que éstos.


Ya en el metro, la gente se quejaba. “Aquí no hay red. No podré tuitear”. Más allá de que se haya construido un verbo que signifique dar tu opinión en 140 caracteres, lo que me sorprendió fue la presencia de la tecnología en todos los lados. Leí un tuit que decía “No entiendo cómo se pudieron organizar los de la Revolución Francesa sin Twitter”. Es una muestra más de cómo estamos impregnados de ciencia y tecnología. Por eso me río cuando veo en la televisión gente conspirando sobre quién andará detrás de todo esto.

Detrás de todo esto están los átomos y las células que actúan como fluidos, orquestados por la tecnología. Detrás de todo esto está la ciencia. La ciencia es quien nos gobierna.



# Ánimo a todos los que se han quedado en la plaza por nosotros. Por una Democracia Real Ya.