Hace una semana salió publicada en varios periódicos digitales la siguiente notícia:
"Investigadores encuentran cura para el cáncer, pero no es negocio para las farmacéuticas y quizá nunca vea la luz". (Léelo entero
aquí)
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Células cancerígenas. Vía www.cancerhumano.com |
El artículo dice que se ha descubierto un medicamento (el
dicloroacetato) que revierte los tumores al matar solamente a las células cancerígenas, pero que por desgracia, dicho producto no es patentable y eso provoca que las farmacéuticas intenten evitar su investigación.
Visto así, a bote pronto, es una notícia que provoca rabia y nos lleva al famoso grito de guerra sobre la incoherencia de que hayan empresas que ganen dinero a costa de desgracias ajenas, como es el caso de las indústrias farmacéuticas.
Haciendo un poco de investigación de campo (cosa que todos y cada uno de nosotros deberíamos intentar hacer, teniendo en cuenta las posibilidades que nos ofrece Internet), se llega a fuentes más cercanas al paper original y fiables. (Por ejemplo, lee ésta, entera en inglés
aquí).
En esta información, mucho menos digerida, encontramos que la realidad es muy algo distinta.
Vamos a ver.
Para empezar, se ha probado en
glioblastoma, que es
un tipo de cáncer cerebral. Decir que
"se encuentra la cura del cáncer" es por lo tanto mentira. Como bien comentaba
Barbacid en la entrevista que recomendamos anteriormente, debe hablarse del cánceres, en plural. Hay tantos tipos de cánceres como enfermedades víricas. Es incorrecto usar el término "cáncer" de forma genérica porque crea confusión y es injusto para el lector (por no hablar ya de los enfermos).
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Imagen de un Glioblastoma. de lookingfordiagnosis.com |
Por otro lado, dicho estudio se ha provado en tejidos de 5 pacientes. Aquí se tiene que comentar que, por un lado, 5 pacientes es una muestra poco significativa, como se puede suponer.
Por otro lado, probar en tejidos significa que se ha extraído una muestra del glioblastoma del paciente y se ha tratado con dicloroacetato en un laboratorio. Lejos queda aún la prueba in vivo, dentro del organsimo del enfermo. Esta segunda revelación nos trae varias conclusiones:
1) No tenemos una muestra significativa y fiable
2) No existe un medicamento hecho con dicloroacetato. (
Aquí podríamos añadir además, las dificultades que existen para crear un medicamento que actúe a nivel cerebral, debido a la función de la barrera hematoencefálica que es muy selectiva y evita la entrada de muchísimas moléculas).
3) No se conocen los posibles efectos secundarios del dicloroacetato al no haberse tratado el paciente directamente.
La realidad por lo tanto, es distinta a la publicada en los periódicos digitales. Si bien las investigaciones con el dicloroacetato han sido un gran paso en la investigación del gioblastoma, todavía no es la cura y mucho menos se puede hablar de la cura del cáncer, en general. No hace falta decir que no critico la labor de los investigadores, que es valiosísima.
La crítica va hacia el periodismo.
A esta forma de escribir notícias científicas la podemos bautizar como Cienciacionalismo y sucede, sobre todo, en notícias de Salud donde existe un público fiel e interesado, con necesidad de soluciones y esperanzas. Señoras y señores periodistas del mundo: no creemos falsas esperanzas ni exageremos notícias con la finalidad de tener más lectores.
Llegados a este punto, debo decir que la realidad sobre si las empresas farmacéuticas están o no interesadas en la investigación y desarrollo de un medicamento derivado del dicloroacetato, no la sé. Las empresas farmacéuticas son grandes monstruos difíciles de penetrar y aún más de conocer sus intenciones. Me sumo, por lo tanto, a las protestas sobre el negocio de las farmacéuticas.
Y para el debate sobre dicho negocio, recomendamos la película
"El jardinero fiel", por si todavía hay alguien que no la haya visto.