El conejo que no podía oir tonterías

Veía en la televisión el pasado domingo, con asombro, la noticia del conejo sin orejas, nacido a 30km de Fukushima. Y digo con asombro, no porque el conejito en cuestión no tuviera orejas, sino porque el vídeo que formaba la notícia había aparecido por pirmera vez en Youtube:


Y es que Youtube se ha convertido en el nuevo "enviado especial" de los telenoticias. Ya no nos asombra ver en las noticias aquellos vídeos con los que perdemos el tiempo y ni eso, rellenando los últimos 5 minutos previos a Los Deportes.

Pero volvamos al conejo que no nos puede oír. El nacimiento del vídeo fue el 21 de mayo, en Youtube y con madre Japonesa. Al día siguiente, se expande a múltiples blogs hasta que llega al International Buisness Times de San Franciso, medio que le aporta la credibilidad que asumirán ciegamente el resto de medios de comunicación. Y entonces, la asociación entre malformación del conejo - radiaciones de Fukushima y noticia verdadera - sale por la tele, es un silogismo que asumiremos todos y cada uno de nosotros.  
Los expertos, por su parte, ya se han dejado oír. Comentan la posibilidad de que el vídeo no se haya grabado en Japón, que se trate de un montaje o que sea una de las múltiples malformaciones naturales que suceden en el mundo cada día. 

Recuerdo con extrema lucidez la noticia de un agricultor estadounidense que había cultivado la calabaza más grande del mundo (léelo aquí). (Es probable que la noticia la viera en los últimos 5 minutos de relleno del telediario,  siempre tan aportantes e interesantes). No quiero ni imaginarme qué pasaría si, un día de estos, apareciera una berenjena gigante en Japón. ¿Se dudaría en algún momento que el tamaño extremo de la verdura tuviera que ver con la radiación de Fukushima? ¿Le harían un boicot a la verdura, al puro estilo de Ángela Merkel?

Entiendo la seriedad del asunto. Entiendo que Fukushima es un agujero negro, del que sabemos más bien poco. Entiendo que la radiación no se ve y entiendo que, aquello que no vemos, es lo que más miedo nos da.
Lo que no soy capaz de entender es que un asunto tan serio como la radiación, salga a la palestra por un vídeo que aparece en Youtube.

La visión científica-crítica que debemos tener todos, nos obliga a que nos preguntemos lo siguiente:
  • ¿No deberíamos esperar a saber si la relación entre la radiación y la malformación del conejo existe, antes de emitir juicios?
  • ¿No puede tratarse de una malformación que se hubiera dado aunque no hubiera existido el desastre de Fukushima?

Y la visión del sentido común nos cuestiona:
  • ¿Tiene sentido hacia donde están yendo los informativos de televisión?
  • ¿Existe la noticia si no hay fuente?


Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Os creéis lo del conejito sin orejas?